lunes, 23 de marzo de 2009

I Duatlon Cross Villarcayo












Sábado 21 de marzo. Son las 15:05. El local de la Asociación se cierra y los últimos rezagados van a casa a comer.

Mientras tanto Rubén, Mikel y Alex esperan a Edu en la era de Mozares para bajar a Villarcayo a participar en el Duatlon Cross. Nos dan los primeros ánimos -"Si no podemos ir a veros, a tope, eh!". "Está claro"- contestamos.

Nervios. "Tranquis"- dice Maite. Edu se retrasa un poco. Se toma un café de trago para espabilarse y coje la bici y la mochila y arrancamos. "¿Por La Quintana o por la carretera?"- pregunta Rubén. "Mejor por Quintana, así lo vemos" - le contesto.

Llegamos al Soto de Villarcayo. Saludamos a Toñín. "Aquí estamos" - dice sonriendo. "Parece que la salida es a las 16:00" - comenta. Joder, ya andamos tarde, siempre igual. Habrá que salir casi sin calentar.

Joserra nos da los dorsales después de dudar de que íbamos a participar. "Que sí corremos, hombre" - le dice Edu. Saludamos también a Alvar el de La Quintana.

A boxes a dejar las bicis. Pero antes a ponerse el dorsal. Le apoyo la bici a Edu en una valla. 20 segundos después la bici se cae encima de la de Mikel. "Ala!!". Son las prisas.

Metemos las bicis después del control de material. Edu pregunta a los jueces por dónde tiene que entrar y salir en carrera. Hay que estar seguro. Fuentes se cachondea - "Jeje".

Salimos a calentar, cada uno a su bola. "Somos la leche" - pienso. Le sigo de lejos a Rubén mientras le indico a Edu dónde estoy. A Mikel y Fuentes ni se les ve.

Al de un rato aparece Mikel. "¿Que tal?" - le pregunto. "...Bien... las curvas a derechas mal". Dos días antes tenía el tobillo como una morcilla. "¿Me pongo el vendaje?", "que le den por saco" - se contesta. Ala, a las bravas. Va a ser verdad eso de que está un poco loco.

Nos tomamos un gel energético antes de la salida. Rubén no quiere. Edu pregunta - "Qué es?". "Tú tómatelo". Ya pasan de las 16:00, la salida se retrasa. Hay tiempo para hacer unas progresiones. Las hacemos medio mal, pero bueno, hechas están. "Qué malas sensaciones" - le digo a Edu. "Me noto pesado, como si no hubiera hecho la digestión" - añade él. Un último saludo a la afición de Mozares que ya anda por ahí (Alex, Carmen, Maite, Patricia y Amaia) y a colocarnos en la salida.

Típicas explicaciones del juez en la salida: no se le entiende nada de lo que dice. Apaga el micrófono y se le oye mejor, pero siguen sin bajar la música. "Qué andan?". Parece que son primero 3 vueltas corriendo, 3 en bici y otras 2 corriendo al final, y que acortarían el circuito para el último sector. Nos saludamos y nos deseamos suerte. "A darlo todo, eh!"

Un juez da la salida diciendo "Duatletas,... preparados... ya!". Qué curioso. Pero bueno, a correr se ha dicho. Estampida en el Soto de Villarcayo.

Ya en carrera se olvida todo. Te concentras en saborear esa sensación entre sufrimiento y diversión, todo ello con el corazón a mil por hora. La primera vuelta corriendo se hace eterna. Parece una broma pesada que haya que dar tres, pero con el paso de los metros las piernas se van acomodando al ritmo. Durante toda la carrera no paro de escuchar ánimos, muchos conocidos, otros no sabría ponerles cara, pero la verdad que dan alas - "Mozares!". Parece que corremos en casa.

Antes de llegar a boxes la gente aprieta. Cómo corren algunos... Me agarro a un grupo y me obligo a aguantarles. Cojo la bici y salgo a tope con ese grupillo. Uno de ellos tira, el resto buscamos su rueda. Parece que cuesta acomodar las piernas al movimiento de los pedales. Enseguida pide el relevo y paso. Si pueden que sigan. El circuito es rápido y no da respiro. Llego al río y se escucha vocear a Ander. Me encuentro con gente bajándose de la bici para cruzar el agua. Les aviso de que voy y lo cruzo, mojándome los pies. Por la chopera hay mucha afición, y las curvas entre los árboles invitan a emocionarse y apretar. David me reconoce y vocea - "Venga, que vas como una bestia!". Más adelante se escucha a mucha gente de Mozares. Les oigo, pero casi no les veo... algunos no sé ni quién son todavía.

Una vuelta hecha, quedan dos... en la segunda cruzada del río no me encuentro a nadie y la paso a tope. Vaya calada!! Una sensación de frío tremenda aparece. Mantengo el ritmo hasta que me pilla Fuentes terminando la segunda vuelta. "Ponte a rueda" - me dice. Le hago caso, cómo rechazar esa oferta. Me sorprendo a mí mismo aguantándole, y hasta le doy algún relevo. En la última cruzada se me suelta el pedal y pierdo unos metros valiosos. Se me va.

Dejo la bici en boxes y a correr. Ya no queda nada, ánimo. Urko me pide un poco más, pero ya voy al límite. No consigo recortar apenas la distancia con los que veo delante. Me cruzo varias veces con Rubén, Edu y Mikel; les animo casi sin aire. No sé si me oyen. Las 2 vueltas se me pasan relativamente rápido, y al final me encuentro a Fuentes casi parado en la recta de meta. Está esperando. Se terminó. Entramos juntos aplaudiendo al público.

Después de reencontrarnos con la afición y recoger las cosas, volvemos en bici a Mozares. Se respira un sentimiento de equipo realmente emocionante, nunca lo había sentido tan intensamente. Se puede llamar felicidad o algo parecido. No lo sé..., pero me gusta.

2 comentarios:

  1. Mil gracias a toda la afición. Vuestros ánimos valen muchísimo. Seguid así!!

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  2. Que te griten "¡¡¡que vas como una bestia!!!" tiene que dar alas jejej

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